La música en el Romanticismo
Con Beethoven se inició el Romanticismo musical, que abarca todo el siglo XIX. Durante este período los compositores ganaron en independencia y consiguieron una gran valoración social.
La forma de apreciar la música también cambió: el público aprendió a escuchar en silencio. En las ciudades se construyeron grandes teatros para los conciertos y representaciones operísticas.
Las caracterñisticas principales de la música romantica son:
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Gusto por una melodía más libre e irregular, que intenta reflejar las sensaciones y los estados de ánimo.
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Desarrollo de la música orquestal. Las orquestas sinfónicas aumentaron su plantilla y pasaron de treinta componentes a cien músicos a final del Romanticismo. El concierto y la sinfonía fueron los géneros preferidos.
Música para piano
Casi todos los compositores escribieron obras pianísticas y fueron muy frecuentes los conciertos para piano y orquesta. Para los salones se compusieron obras más cortas.
El piano fue también protagonista en un género vocal muy apreciado, la canción (lied, en alemán); se trata de pequeñas piezas en las que el piano acompañaba a un cantante. Los textos de los lieder, (plural de lied) son poemas. Schubert compuso muchos de ellos.


Las orquestas
Las orquestas de Haydn o Mozart, formadas por 30 componentes, quedaron pequeñas ante las que exigían compositores como Berlioz o Wagner, que planteaba una de unos 100 músicos. La música orquestal se manifestó mediante:
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Las sinfonías son piezas para orquesta sinfónica que generalmente constan de 4 moviminetos. Son obras muy adecuadas para el contraste entre instrumentos. Los autores más destacados fueron Brahms, Beethoven, Schumann y el francés Héctor Berlioz, que destacó por sus innovaciones y atrevidas orquestaciones.
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Los conciertos son obras para uno o varios solistas y orquesta que constan de 3 movimientos. En ellas se manifiesta el virtuosismo de los solistas. La mayor parte de conciertos del Romanticismo fueron escritos para piano y orquesta.

La ópera
La música vocal romantica encontró su mejor expresión en la ópera, un espectáculo que reunía a mucha gente en fastuosos teatros de todo el continente.
En el campo de la ópera se produjo una rivalidad entre el carácter lírico italiano, la profunda energía alemana y la grandiosidad francesa, fruto de ello son algunas obras maestras escritas por autores italianos, alemanes y franceses.